Me encontraba exhausto recostado en mi cama con una taza de café; lo tomaba tranquilamente sin pensar en mucho .
Estaba como ausente. Con la mirada fija en la pared vacía frente a mi , intentè tomar la taza sin mirarla, con un movimiento casi automático.
No sucediònada; mi mano vacía y de pronto un incòmodo estruendo.
Mi cuerpo se estremece al salir de ese punto de ausente concentración y observo por un instante el café, los trozos de cerámica esparcidos por el suelo. Es solo un momento, casi no lo pienso y como reacción inmediata me recuesto
de nuevo en la cama. Mi cabeza hundida en la almohada y ambas manos cubriendo la cara.
Desde aquí puedo escuchar el cafe en su flujo, se aleja como los recuerdos que con esa taza han escapado; cada situación en la que me hizo compañía , así me sintiese placido o disgustado, esta siempre servicial, siempre ahí entre mis manos compartiendo el calor de su contenido conmigo.
Un frío incomodo recorrió mi cuerpo. Se había ido.
Volviese mil pedazos , irreversible e irreparable. La he perdido y la inseguridad me invade.
¿Què sucederá con los recuerdos? Si después de ella no quedará testigo alguno ni prueba de que en lo que presente estuvo existiese realmente . Se pierde la pieza de una situación donde sin ella no hay intermediarios. Éramos ella y yo en ese lugar quienes de lo que sucediera éramos espectadores, pero si ella ya no está... ¿Què me lo comprobará?
Viviré con miedo a los falsos recuerdos, volviendo ella fantasma incertero.
¿Y cuando yo muera? El todo se confundirá en la nada, se convertirá la mía en una historia incompleta , incompleta, insignificante¡Sin ella!
Descubrí mi rostro reincorporandome de la cama; recogí los trozos tirandolos uno a uno en el contenedor de basura.
Bajè a la cocina y me serví un nuevo café que bebí mientras arrojaba la bolsa de basura fuera de casa... Qué mas da.
Era solo una taza.
2007
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